Construcción anómala de la frase que llega a romper la gramaticalidad normativa de la misma, por lo general por haber cambiado el que pronuncia o escribe de idea a mitad de su desarrollo. Caracteriza el estilo de los iletrados o faltos de instrucción, o el de quienes quieren pasar por tales, como Santa Teresa de Jesús. El solecismo consiste sólo en un mal uso del lenguaje, que hace incurrir en impropiedad sintáctica o semántica, y de esa manera, para atacar el castellano afrancesado de su tiempo, Tomás de Iriarte hace reprochar a su castiza cotorra por su loro: “Vos no sois que una purista”:
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